Entrevista a Amalia Eguía, Madre de Plaza de Mayo.
Abstract
Amalia Eguía vivió siempre en La Plata. Su familia estaba compuesta por ella, su marido y tres hijos: Amalia, Cecilia y Otto. Su marido era comerciante y jugaba al rugby. La vida familiar estaba muy vinculada al club. Cuenta que tenían muchos amigos. Su marido fue presidente de la asociación de comerciantes, “era una persona muy conocida acá en La Plata”. Menciona que “somos católicos, pero no practicantes”. Sus hijos fueron a la escuela pública. Habla sobre la aparición de la Triple A. “nunca se me ocurrió que podía llegar a nosotros, ¿no?” Con la llegada de la última dictadura militar, su hija Cecilia se fue a vivir a Mar del Plata con su marido y su hijo se fue de la casa porque lo buscaba la policía; logro exiliarse y vivió en diferentes lugares, Brasil, Paraguay y México. Al momento de la entrevista vive en Paraguay. Con respecto a su hija Cecilia, antes que fuera detenida desaparecida envío a sus dos hijas para que se quedaran con Amalia a través de su suegra. Cecilia desapareció junto a su marido el 24 octubre de 1977. Cuenta cómo se enteró del secuestro de su hija y recuerda que ella le insistía para que se fuera del país.
Cuenta cómo fue su vida después de la desaparición de Cecilia “si no hubiese sido por las nenas...no sé qué hubiera sido de mi vida”. Relata cómo fue la crianza de sus nietas y su vida cotidiana: su marido siguió trabajando y haciendo las presentaciones correspondientes para buscar a su hija y ella se dedicó completamente a sus nietas. Cuenta que su consuegra era la que más participaba en Madres de Plaza de Mayo. “Las dos familias siempre fuimos muy unidas”. Relata cómo le fue transmitiendo lo que había pasado con su hija Cecilia a sus nietas. Con la llegada del gobierno de Alfonsín volvieron las esperanzas de que aparecieran su hija y su yerno, cuenta que nunca se vincularon con otros familiares de desaparecidos, que mantuvieron sus amigos de siempre a pesar de pensar distinto. Habla de los organismos de derechos humanos, de porque sus nietas no participan en HIJOS; de porque no se vincularon a Madres de Plaza de Mayo. Da su opinión sobre Hebe de Bonaffini y de que “se politizó mucho”. Reflexiona sobre lo que para ella significa ser familiar de desaparecido. Da su opinión sobre las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final y de los Juicios a las Juntas militares. Dice que siempre recuerda a su hija como viva. Para ella, el Estado se tiene que hacer responsable de enjuiciar; dice que escucho nombrar a un grupo que identifica cuerpos pero que no fue a dar sus datos. Expone su opinión sobre las declaraciones de Scilingo, sobre porque cree que la sociedad quiere olvidar e ignorar el tema. Dice que no recuerda y que no sabe bien donde militaba su hija, que se llamaba “como una sigla que no era montoneros ni ERP. Recuerda que una vez alguien les pidió plata para darles información sobre su pero que no le creyeron. Cuenta sus miedos, sueños y esperanzas. Relata como tener una hija desaparecida la marcó social y familiarmente. Describe cómo era su hija Cecilia. Da su opinión sobre las indemnizaciones. Cuenta quién y cómo se hizo la denuncia en la CONADEP.