Entrevistas
Permanent URI for this collection
Browse
Recent Submissions
Item Entrevista a Reina Suárez de Diez Madre de Plaza de Mayo.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-01-19) da Silva Catela, LudmilaReina nació el 16 de mayo de 1914 en Junín un pueblo de Buenos Aires. Su padre tenía un diario y era periodista, su madre escribía allí bajo un seudónimo. Cuenta cómo era la vida en su casa y cómo fue su crianza. Se vino a La Plata a estudiar Derecho carrera que después abandono y estudio Letras. Cuenta de la universidad en aquellos tiempos, del vínculo entre hombre y mujeres, reconstruye la sociedad de la época en la que sus padres y ella se formaron culturalmente, Reina se casó en 1933. Junto con su marido entraron a trabajar en un diario en Junín. Vivieron en Los Toldos en 1940, allí armó la biblioteca popular y trabajó dando clases. Cuenta que dejo de ser religiosa, que se hizo socialista. Posteriormente se vinculó al anarquismo y conformaron los comités por todo el país. Relata una experiencia en un viaje al norte que realizó para armar grupos anarquistas en toda esa región; Los temas que trataban y cuenta cómo era ser mujer y participar en estos espacios. Habla del gobierno de Perón, de los libros escolares durante esta época y del 17 de octubre. Recuerda cómo fue votar por primera vez. Describe cómo era Evita y que sentía Reina por ella. Cuenta porque nunca se afilió al peronismo y analiza lo que le significó la dictadura de Onganía. Relata cómo se vinculó a la vida política universitaria. Fue la primera decana mujer hasta 1975 que fue cesanteada, cuando lo matan al secretario de la Universidad. Reina tuvo 5 hijos “todos estaban muy metidos” dice; militaban en el ERP. La mayoría de sus hijos cayeron presos antes del golpe menos Diana que la secuestran en el 75 según lo que relata en la entrevista. Su hija está desaparecida. Describe como fue la vida después del golpe militar de 1976. Participó de Madres de Plaza de Mayo y de Familiares de detenidos desaparecidos. Se fue a México donde estaba uno de sus hijos exiliado junto a su familia. Cuenta la búsqueda de Diana y sus esperanzas de que estuviera viva. Reflexiona sobre porque cree que se dio la desaparición sistemática Con la vuelta de la democracia, Reina siguió buscando a su hija y acudió a la justicia. Reflexiona sobre su participación en los organismos de derechos humanos. Cree que la sociedad no le interesa recordar. Da su opinión respecto a la tarea de CONADEP. Menciona las experiencias de solidaridad con otros países a donde fueron a denunciar como madres de desaparecidos. Dice que nunca tuvo información de dónde estuvo secuestrada su hija Diana. Cuenta que su nieto, hijo de Diana, vive con los abuelos paternos. Que no quiere saber nada con ella ni con los tíos; que ellos cuando vienen del exterior lo llaman y él nunca contesta. Describe como era Diana: le gustaba escribir, dibujar y pintar. Cuando desaparece todavía estaba en la secundaria y con 17 años ya había sido madre. Cuenta cómo fue que la secuestraron a Diana Termina la entrevista diciendo unas palabras sobre su hija desaparecida.Item Entrevista a Susana, Madre de Plaza de Mayo.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-08-01) da Silva Catela, LudmilaCuenta cómo era su vida familiar. Su marido trabajaba en el Ministerio de Obras Públicas y ella en el Ministerio de Comunicaciones. Su hija estudiaba traductorado de inglés y su hijo Arquitectura. Ellos fueron secuestrados el 24 de noviembre de 1976. Cuenta cómo fue el secuestro de su hija. Menciona que los militares dejaron a su nieto con una vecina que lo llevo de unas tías paternas. Los militares ocuparon varios días la casa de su hija y se robaron todo lo que había en ella, según les contaron unos vecinos. Susana estuvo detenida 26 días por ir a buscar a su hija. Cuenta las vivencias de esos días detenida, qué pensaba, con quién estaba, qué hacía, cuánto tiempo dormía y qué no podía hablar con nadie. Antes de liberarla un militar le realizó un interrogatorio. Recuerda cuándo y cómo se empezó a juntar con otras madres de desaparecidos. Cuenta de las actividades y Habeas Corpus que hacían, de las reuniones en la iglesia San Ponciano y de la primera solicitada que sacaron como Madres de Plaza de Mayo. Relata cómo trabajaron el tema con su nieto, qué le decían, cómo le contaban su historia y recuerda que él le quería decir mamá a ella y Susana siempre le aclaraba “vos decime como quieras, pero vos tenés tu mamá y tu papá” Cuenta cuando dejó de esperar que su hija volviera. Susana cuenta que con la vuelta de la democracia realizaron todas las presentaciones correspondientes para Conadep y describe cómo se realizaba este trámite. Cuenta que hicieron la presentación en el Equipo de Antropología Forense por si identificaban los restos de su hija. Cuenta cómo era su hija, Irene Felisa Escala y cómo era su yerno Néstor Zuppa Analiza lo que les generaron las declaraciones de Scilingo y Vergés Describe qué es para ella ser familiar de desaparecido. Cuenta cuáles son las formas, momentos y rituales para recordar a su hija Da su punto de vista sobre el cobro de las indemnizaciones. Habla de que se siente representada por Madres de la Plata y de las discrepancias con Hebe de Bonafini. Reflexiona sobre porque salieron a reclamar por la desaparición de sus hijos las madres y casi ningún padre. Analiza la sociedad del momento, el silencio y el olvido. Termina la entrevista hablando sobre la democracia en la que viven y la posibilidad de que vuelvan los militares Recuera dónde se crio y como eran sus padres.Item Entrevista a Luisa Sechini de Zaragoza, Madre de Plaza de Mayo.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-01-15) da Silva Catela, LudmilaLuisa al momento de la entrevista tiene 77 años. Nació en Rosario del Tala. Vivió en Basabilbaso y después en Concepción del Uruguay. Su padre era comerciante. Se casó y tuvo dos hijos, Juan Ramón “Chilo” que nació en 1953 y el segundo “Neco” que nació en 1955. Su marido trabajaba en el Ministerio de Obras Públicas. Era comunista “de izquierda” No era una familia religiosa. Sus hijos vivieron con ella en Entre Ríos hasta que se fueron a estudiar a La Plata; el más grande estudiaba bioquímica y el más chico medicina. Cuenta cómo era la vida junto a sus hijos; las visitas que le hacía a La Plata cuando estudiaban, la dependencia que tenían sus hijos con respecto a ella. A su hijo mayor lo asesinan en 1977. Relata que su hijo Juan Ramón era excelente alumno y que no participaba políticamente, “solo tenía los ideales del padre”. Cuenta cómo se enteró del asesinato de su hijo a manos de la Triple A y como reconstruyo sus últimos días y el asesinato en sí. Lo velaron en la sede del Partido Comunista y está enterrado en Concepción del Uruguay. Describe que en la facultad de Ciencias Exactas hay una foto de su hijo Juan Ramón Zaragoza con una semblanza de su vida. Luisa volvió a Entre Ríos, no quería quedarse a vivir en La Plata Relata que profanaron la tumba de su hijo y pintaron una leyenda. Con la llegada de la última dictadura militar su vida no se modificó, ella siguió en su pueblo y mandándose cartas con su otro hijo. Su otro hijo fue detenido desaparecido con la dictadura militar, nunca más lo vio. Ella presento Habeas Corpus. En el proceso de búsqueda de su hijo Neco, Luisa se quedó alojada en la pensión donde había vivido su hijo mayor. Cuenta que la ayudaron los compañeros de sus hijos y los abogados de APDH a hacer los trámites, que en el juzgado conoció a otras madres que estaban en la misma situación. Cuenta como comenzaron a reunirse en las Iglesias y como los curas las echaban. Relata cómo eran las reuniones en la Plaza de Mayo, que iban a Buenos Aires porque ahí estaba el ministerio del interior que eran tantas madres que iban a Bs As que llenaban casi el tren. Cuenta acerca del pañuelo blanco. cuenta del apoyo de los periodistas extranjeros porque los nacionales escondían todo. Cuenta que ella se instaló en la Plata y dejo todo por buscar a su hijo. Que cuando regresó a Entre Ríos había mucha indiferencia de la gente para con ella. Dice que se quedaba unos 20 días y que se volvía a La Plata porque “acá estaba la esperanza” Relata la vuelta a la democracia, que cosas cambiaron en Madres de Plaza de Mayo y como se modificó la espera de su hijo. Reflexiona sobre el Juicio a las Juntas, las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Da su opinión sobre la división de Madres de Plaza de Mayo y Hebe de Bonafini. Cuenta porque siguen organizadas como madres si sus hijos ya “no van a aparecer”. Habla sobre las declaraciones de Scilingo Dice que aún no hizo el trámite para el cobro de las indemnizaciones, que no sabe si las va a realizar. Da su opinión al respecto. Cuenta cómo los piensa y recuerda a sus hijos. Habla sobre sus miedos esperanzas y sueños. Menciona la foto que manda al diario Página/12 todos los años y que significa esa conmemoración para ella; el motivo de hacerlo cada año, su apreciación sobre que genera esto en la gente. Cuenta cómo transmite su experiencia de vida a las nuevas generaciones. Cierra la entrevista hablando de porque salió a luchar por sus hijos.Item Entrevista a Berta, Madre de Plaza de Mayo.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-01-02) da Silva Catela, LudmilaBerta pertenecía a una familia tipo, eran tres hermanas mujeres. Fotógrafa de oficio; trabajó por su cuenta y junto a su padre en el negocio familiar. Se casó con el padre de sus hijos. Ana que nació en 1956 y Sergio. Se separó tempranamente y se fue a vivir a La Palta. Posteriormente se volvió a casar. Antes de la última dictadura militar, vivía con sus hijos en la casa de sus padres. Su familia tenía una historia vinculada a la colectividad Israelita. Participaban en el Centro Literario, biblioteca Max Nordeaux en La Plata. Berta no tenía una participación activa en la comunidad judía. Se define atea. Su familia estaba vinculada a la Federación Comunista, organización con la que rompieron por desacuerdos. Reconstruye la historia de la persecución de su familia en el Nazismo. Ana Patricia Steinberg, su hija que aún permanece desaparecida, estudiaba Educación física y Ciencias de la Educación, estaba en pareja con Luis Vicente Dimattia un estudiante de medicina de San Antonio de Areco. Él era secretario del Centro de Estudiantes de Medicina. Aún permanece desaparecido. “Anita” tenía 21 años al momento de su secuestro, en la madrugada del 15 de junio de 1977. Relata el momento de la detención de su hija, rescatando que fue un procedimiento “formal y tranquilo”. Recuerda que Ana la tranquilizó diciéndole que no le iba a pasar nada y nunca más la vio. Cuenta sobre sus sentimientos y sensaciones frente a este hecho. Describe los lugares que recorrió junto a otra madre, Luisa Zaragoza, para buscar a su hija; con quiénes hablo, a donde acudió. Recuerda cuando empezaron a juntarse con las madres, las vueltas a plaza de mayo y las reuniones que hacían en su negocio para encontrarse y organizarse. Cuenta que también había padres. Describe las formas de convocatorias, las presentaciones de los Habeas Corpus. Las primeras reuniones las hacían en la Liga de los Derechos del Hombre y otra asociación... “el Partido de Los Derechos del Hombre, de los Humanistas”. Rescata los prejuicios que tenía frente a las filiaciones partidarias entre las madres y las de sus hijos e hijas, superándolo a través de la premisa “…ahí ya no entraba ninguna ideología política, somos madres que luchábamos por un mismo ideal, que era la restitución de nuestros hijos”. Berta dice que no tenía miedo. Berta cuenta que nunca fue la misma después de la desaparición de su hija, que aún hoy la espera. Que le dejaba notas por si llegaba y ella no estaba; que las fiestas eran fechas de esperanza para ella. Los datos que había obtenido por una compañera de Ana eran que estaba en la Unidad 9 de La Plata y en Caseros. Recuerda que fueron con sus familiares a buscarla y no obtuvieron ninguna respuesta. Para ella, era el año 78 cuando empezaron a juntarse los familiares. Los miércoles y jueves comenzaron a reunirse y marchar las madres de la Plata. Alquilaron una casa para juntarse y también allí se dictaban cursos y se realizaban charlas de Derechos Humanos. “Pasamos a ser una gran familia” “nos hermanamos en el dolor” Cuenta cómo se organizaban económica y simbólicamente para llevar adelante el reclamo. Reflexiona sobre la división actual que tiene la organización Madres. Advierte que la visita del Papa y de la OEA no tuvieron ninguna repercusión en la búsqueda concreta ya que no lograron nada. Rescata las organizaciones que las apoyaron: Cruz Roja y algunas iglesias católicas realizando misas. A los abogados del Partido comunista que la ayudaron. Recuerda una reunión que tuvo con Balbín. Con la vuelta a la democracia, Berta cuenta que cambió el clima político y social, pero que solo hubo promesas que no se cumplieron durante el gobierno de Alfonsín. Con el Juicio a la Junta “hubiéramos querido juicio y castigo y cárcel común y perpetua”, resalta Berta. Posteriormente para ella, las Leyes de Obediencia debida y Punto final fueron otra decepción total. Reflexiona sobre las declaraciones de Silingo y Vergés y como lo tomó la sociedad. Cuenta como afectó su vida la desaparición de su hija y como construyo sus propias terapias para sobrellevar esta situación.Item Entrevista a Amalia Eguía, Madre de Plaza de Mayo.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-01-09) da Silva Catela, LudmilaAmalia Eguía vivió siempre en La Plata. Su familia estaba compuesta por ella, su marido y tres hijos: Amalia, Cecilia y Otto. Su marido era comerciante y jugaba al rugby. La vida familiar estaba muy vinculada al club. Cuenta que tenían muchos amigos. Su marido fue presidente de la asociación de comerciantes, “era una persona muy conocida acá en La Plata”. Menciona que “somos católicos, pero no practicantes”. Sus hijos fueron a la escuela pública. Habla sobre la aparición de la Triple A. “nunca se me ocurrió que podía llegar a nosotros, ¿no?” Con la llegada de la última dictadura militar, su hija Cecilia se fue a vivir a Mar del Plata con su marido y su hijo se fue de la casa porque lo buscaba la policía; logro exiliarse y vivió en diferentes lugares, Brasil, Paraguay y México. Al momento de la entrevista vive en Paraguay. Con respecto a su hija Cecilia, antes que fuera detenida desaparecida envío a sus dos hijas para que se quedaran con Amalia a través de su suegra. Cecilia desapareció junto a su marido el 24 octubre de 1977. Cuenta cómo se enteró del secuestro de su hija y recuerda que ella le insistía para que se fuera del país. Cuenta cómo fue su vida después de la desaparición de Cecilia “si no hubiese sido por las nenas...no sé qué hubiera sido de mi vida”. Relata cómo fue la crianza de sus nietas y su vida cotidiana: su marido siguió trabajando y haciendo las presentaciones correspondientes para buscar a su hija y ella se dedicó completamente a sus nietas. Cuenta que su consuegra era la que más participaba en Madres de Plaza de Mayo. “Las dos familias siempre fuimos muy unidas”. Relata cómo le fue transmitiendo lo que había pasado con su hija Cecilia a sus nietas. Con la llegada del gobierno de Alfonsín volvieron las esperanzas de que aparecieran su hija y su yerno, cuenta que nunca se vincularon con otros familiares de desaparecidos, que mantuvieron sus amigos de siempre a pesar de pensar distinto. Habla de los organismos de derechos humanos, de porque sus nietas no participan en HIJOS; de porque no se vincularon a Madres de Plaza de Mayo. Da su opinión sobre Hebe de Bonaffini y de que “se politizó mucho”. Reflexiona sobre lo que para ella significa ser familiar de desaparecido. Da su opinión sobre las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final y de los Juicios a las Juntas militares. Dice que siempre recuerda a su hija como viva. Para ella, el Estado se tiene que hacer responsable de enjuiciar; dice que escucho nombrar a un grupo que identifica cuerpos pero que no fue a dar sus datos. Expone su opinión sobre las declaraciones de Scilingo, sobre porque cree que la sociedad quiere olvidar e ignorar el tema. Dice que no recuerda y que no sabe bien donde militaba su hija, que se llamaba “como una sigla que no era montoneros ni ERP. Recuerda que una vez alguien les pidió plata para darles información sobre su pero que no le creyeron. Cuenta sus miedos, sueños y esperanzas. Relata como tener una hija desaparecida la marcó social y familiarmente. Describe cómo era su hija Cecilia. Da su opinión sobre las indemnizaciones. Cuenta quién y cómo se hizo la denuncia en la CONADEP.Item Entrevista a Valeria, Hija de desaparecido.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-07-17) da Silva Catela, LudmilaValeria al momento de la entrevista tiene 29 años y estudia psicología. Su familia es de origen judía. Ella se define como judía, no religiosa practicante. Su familia estaba compuesta por su madre Maneli, su hermano Emiliano, su hermana gemela Georgina y su padre Héctor Archetti. A su papá se lo llevaron preso el 12 de noviembre de 1974 y estuvo a disposición del Poder Ejecutivo. Lo liberan en 1975 y se fue exiliado a México. Relata que, en 1976 los militares entraron a la casa donde vivían con su mamá y llevaron adelante un fuerte operativo de rastrillaje. Por este hecho se mudaron a Mar de la Plata. Cuenta que en su casa no se hablaba de lo sucedido. Que se enteró de la historia de su padre por sus compañeros de militancia: Le contaron que su papá volvió al país en 1980 con la Contraofensiva. Relata que su familia hasta el día de la fecha permanece muy desunida con respecto al tema y que no es buena la relación con su madre. Habla de la muerte. Cuenta como manejaba el tema en la escuela, de qué manera se relacionaba con otros niños y niñas de su edad. Recuerda cuando fue a la cárcel a visitar a su padre mientras estaba detenido. Describe cómo era su casa “había doble fondo en todo”; de las armas que guardaban, de los muebles adaptados para ocultar cosas y lo que ella imaginaba sobre esos objetos. Relata cómo es el vínculo de sus hermanos con la historia de su padre. Cuenta que escribía todo el tiempo sobre lo que vivía y sentía. Describe lo que le sucede al ver las fotos de su padre. Habla sobre la vuelta de la democracia, cómo vivió esta etapa y las sanciones que le generó de la ley de Obediencia debida y Punto final. Recuerda el homenaje que se realizó en la Facultad de Abogacía. Reflexiona sobre la organización en la que participa, HIJOS. Cómo llegó, porque se quedó a militar allí, cuenta los objetivos sobre los que tendría que trabajar la organización. Da su opinión sobre las otras organizaciones de Derechos Humanos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y APDH. Habla de las exhumaciones y del cobro de las indemnizaciones. Comparte cuáles son sus miedos, sueños y esperanzas. Cuenta qué le provocaron las declaraciones de Scilingo en televisión. Lee dos poesías y realiza comentarios sobre su estado de ánimo al finalizar la entrevista.Item Entrevista a Margarita, Hija de desaparecido.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-01-10) da Silva Catela, LudmilaMargarita nació en 1971. Al momento de la entrevista tiene 26 años, es profesora de Letras, da clases en el nivel medio y también es profesora de francés “algo que tiene que ver con mi historia” Sus padres eran militantes del PRT. Su padre desaparece en 1976. Su mamá logró sacarlos del país, se fueron a Brasil y después a Francia donde vivieron casi 10 años. En 1987 regresaron al país. Recuerda cómo era su vida antes del golpe militar. Cuenta que después del golpe militar ya no podía estar con sus padres y se fueron a vivir, junto a su hermano menor, a lo de su abuela. Recuerda el reencuentro con su madre después de esta experiencia. Cuenta sobre la llegada a Francia, recuerda el hospedaje de Naciones Unidas donde había chilenos y uruguayos. Recuerda que había otros niños con los que jugaba y hablaba. Su madre hizo pareja con un uruguayo. Dice que se crio esperando a su papá. Que al principio su madre no les aseguraba que no iba a volver; pero que ella con el tiempo se fue dando cuenta que no volvería. En el exilio su madre les contaba lo que estaba pasando en Argentina. Reflexiona sobre qué es ser hija de desaparecidos. Narra la vuelta a Argentina. Cuenta cómo reconstruyo de a fragmentos de la historia de su padre. Habla de HIJOS, cuáles son los objetivos de la organización y cuál es el sentido de su participación. Habla de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Cuenta cuáles son sus sueños, miedos y esperanzas. Reflexiona sobre las declaraciones de Scilingo, el impacto de estas en la sociedad. Da su opinión sobre porque los militares mataron a ciudadanos argentinos. Habla del Juicio a las Juntas y las leyes de Obediencia debida y Punto final. Habla de la vuelta a la democracia y como la vivieron desde el exterior. Relata el homenaje a los desaparecidos que se realizó en la facultad de Abogacía donde estudiaba su padre. Describe los momentos en que piensa en su papá.Item Entrevista a Luciano, hijo de desaparecidos.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-08-03) da Silva Catela, LudmilaLuciano Zuppo no es “religioso ni creyente”. Estudió arquitectura y abandono la carrera. Se dedica a arreglar computadoras y a producir un programa de radio en Radio Universitaria de La Plata. Integra una banda de música que se llama Actitud María Marta junto a Malena una compañera de la organización HIJOS. Luciano al momento de la entrevista milita en HIJOS Capital Federal. Luciano tenía un año y medio, y estaba junto con sus padres, en el momento del secuestro el 24 de noviembre de 1976. Cuenta que lo dejaron con a una vecina que llamo a su abuela para que lo fuera a buscar. Cuando su abuela fue a buscarlo también la detuvieron. Luciano se quedó con una tía segunda en Berisso hasta que soltaron a su abuela. Dice que no sabe dónde militaban sus padres. Que la reconstrucción que hace de cómo y quiénes eran se la debe al relato de sus abuelos, tíos y amigos de sus padres. Habla del tabú que implica hablar de la militancia. Reflexiona acerca de la teoría de los dos demonios. Cuenta qué decía en la escuela con respecto a su historia personal, el vínculo con otros dos hijos de desaparecidos, y una anécdota con respecto semana santa de 1987. Define lo que él llama “trabajar de hijo de desaparecido”. Habla sobre el retorno de la democracia, el recuerdo de sus abuelos contentos y la esperanza de que volvieran sus padres. Hace referencia a la aparición del cuerpo de su madre, cómo se lo dijeron sus abuelos, la falta de certeza absoluta de que fuera ella y el proceso de identificación. Define que es para él ser hijo de desaparecidos. Habla sobre los Juicios a las Juntas y las leyes de impunidad. Cuenta sobre su ingreso a HIJOS, porque se acercó, cómo se enteró de este espacio; su participación en el campamento inaugural que se hizo en Córdoba y de cómo se eligió el nombre de la organización. Habla de las diferencias con otros hijos y regionales; sobre la discusión en torno a la participación abierta o población cerrada para integrar la organización. Cuenta la división que se dio en La Plata y sobre los dichos de Hebe de Bonafini. Habla del acto de Gelman y el libro que presentó. Cuenta cuáles son sus miedos, sueños y esperanzas. Reflexiona sobre el cobro de las indemnizaciones. Sobre la sociedad y el olvido.Item Entrevista a Karina, Hija de desaparecidos.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-01-08) da Silva Catela, LudmilaKarina tiene 26 años al momento de la entrevista. Trabaja como empleada administrativa. Es maestra jardinera como lo era su mamá. Vive con su abuela paterna en la casa donde vivían con sus papás desaparecidos. Tiene un hermano mayor de 27 años. Cuando desaparecen sus padres Karina tenía 6 años. A su mamá la secuestran el 26 de febrero de 1977 y dice que a su papá ya lo estaban persiguiendo desde antes por eso ya no vivía con ellos, solo los iba a visitar de noche. A su padre lo secuestran el 27 de febrero de 1977. Sus padres militaban en Montoneros. Karina estaba presente en el momento del secuestro de su madre. Ella quedó con sus abuelos que también vivían con ellos en la misma casa. Cuenta que cosas cambiaron en su vida con la desaparición de sus padres, cómo fue la crianza con sus abuelos, cómo era su vida escolar. Remarca que nunca contaba a sus compañeros la verdadera historia sobre sus padres. Dice que su hermano era muy miedoso. Recuerda que en la primaria era muy callada e introvertida y cuando comenzó la secundaria cambio abruptamente. Recuerda que rezaba para que regresen sus padres. Relata que se asumió como hija de desaparecidos cuando gano Alfonsín y comenzó a ir a un grupo donde todos eran hijos de desaparecidos; eso le permitió no sentirse más un “bicho raro”. Recuerda siempre la solidaridad de los vecinos más cercanos, para con ellos y sus abuelos, desde la desaparición de sus padres. Con la vuelta de la democracia, Karina no dejó de pensar que volverían sus padres, aunque ella dice que interiormente sabía que estaban muertos; pero que las esperanzas siempre estaban. Dice que las fiestas de navidad y fin de año siempre sale el tema de sus padres desaparecidos. Para Karina sería importante tener los cuerpos de sus papás; dice que no es lo mismo no tener un lugar donde llevarles flores. Relata cómo eran las reuniones entre familiares e hijos de desaparecidos en las que participaba, que hacían. Cuenta porque dejo de participar, que cosas no le gustaron. Karina no volvió a participar en ningún espacio. Reflexiona que el “no te metas” que le inculcaron sus abuelos hizo efecto en ella durante mucho tiempo. Reflexiona porque nunca buscó, ni busca, información de sus padres: “Por dónde empiezo. Nadie los vio, ellos desaparecieron y nunca más nada de nadie de nadie”. Habla de los juicios a las Juntas y de las leyes de impunidad. Relata que para el aniversario de los 20 años del golpe militar no participó de nada, ni marchas ni homenajes: “Estuve encerrada en mi casa con mi abuela llorando todo el tiempo”. Reflexiona sobre los Organismos de Derechos Humanos, emite su opinión al respecto. Habla sobre Hebe de Bonafini: “donde hay lío con la policía, donde hay violencia esta ella”. Karina cuenta cuáles son sus miedos, sus sueños y sus esperanzas. Cuenta lo que piensa en torno a las indemnizaciones. Con respecto a las declaraciones de Scilingo expresa: ¿Por qué se le cree más a un militar que a un sobreviviente? Su mamá se llamaba Amelia y su papá Rubén Antonio “Cacho”.Item Entrevista a Esteban, Hijo de desparecido.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-01-23) da Silva Catela, LudmilaEsteban al momento de la entrevista tiene 22 años. Nació el 16 de marzo de 1974. Tiene 2 hermanos Sebastián y Federico, producto de un matrimonio anterior de su madre. A sus papás, militantes de Montoneros, los secuestran en 1977 cuando él tenía 3 años y medio. A Esteban lo llevaron a vivir con sus abuelos a Capital y a sus 10 años regresaron a La Plata. Cuando secuestran a sus padres ellos quedaron con unos vecinos que les avisaron a sus abuelos. Para él la incorporación a HIJOS en 1995 marca un quiebre en su vida; dice que hasta ese momento no preguntaba por sus padres y que solo “escuchaba sin preguntar lo que sus abuelos le contaban”. ¿ Cuenta que no tiene mucha información sobre lo que pasos con sus padres. Que tampoco recuerda mucho las cosas vividas con ellos y que ha tenido la oportunidad de encontrarse solo con un compañero de militancia de ellos. Habla de unas cartas que tiene la familia que mandó su madre mientras estaba detenida. Dice que hace solo dos años tomo consciencia de que era hijo de desaparecido gracias a su participación en la organización HIJOS. Cuenta que nunca vivió con sus hermanos, que casi no los conoce porque cuando desaparece su mamá el padre de los otros niños se los lleva a vivir con él y no deja que lo vean; que casi no los conoce. Reconstruye el nacimiento de HIJOS: el homenaje en la Facultad de Arquitectura, el campamento en Córdoba, el armado de comisiones de trabajo, las discusiones en torno al escrache, quienes debían integrar o no HIJOS. Cuenta de la división de la organización en dos grupos diferentes y como eso rompió un poco la esencia que venían construyendo en la organización. Cuenta que ellos como organización e individualmente están identificados por la policía y por “los servicios”. Dice que él no tiene miedo. Con respecto a las declaraciones de Scilingo, para él no fue muy relevante pero sí le pareció acertado hacerlo por televisión para que la gente se entere. Fue su tío, que estaba exiliado en España, quien le contó sobre la militancia de sus padres; nadie de la familia lo había hecho. Solo le hablaban de cómo eran, pero no de su participación política. Cuenta que no hizo amigos en la secundaria, que solo eran compañeros. Dice que escribe para él, para acordarse: “De datos sobre mis viejos, para no olvidarme porque me olvido de todo, me olvido de todo”. Esteban cree que es el tiempo de las nuevas generaciones, que “hay que ver lo que paso históricamente para no cometer los mismos errores” destaca que hay un lenguaje particular y propio de HIJOS con respecto las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo. Le muestra a la entrevistadora una bolsa con cartas y objetos sobre sus padres y documentación presentada por sus familiares. Se describe documentación. Cuenta que sus padres pudieron sacar cosas para enviárselas a sus familiares mediante un militar que hacía de nexo. Habla de las indemnizaciones y su posición al respecto. Cuenta cuáles son sus miedos, sueños y esperanzas.Item Entrevista a Andrea, Hija de desaparecido.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-07-22) da Silva Catela, LudmilaAndrea nació en 1966. Vive en La Plata, trabaja en el Ministerio de gobierno y está en sexto año de la carrera de psicología. Participa de la agrupación HIJOS. Tiene 5 hermanos producto de diferentes matrimonios de sus padres. En el momento de la entrevista tiene 30 años. Cuando era chica sus padres se separaron y ella vive con su mamá hasta que la matan. Se cría con sus abuelos paternos en Tolosa. Iba a la escuela pública; practicaba danza y teatro. Se casó a los 18 años y se separó a los 20. No tuvo hijos. Su madre, Luisa Marta Córica, estaba en segundo año de la carreara de Filosofía cuando la matan. Ella trabajaba en el hipódromo y militaba en la JTP. El 6 de enero de 1975 sale de su trabajo y la secuestra la Triple A frente a una cantidad de vecinos de la zona que presenciaron el hecho. Al día siguiente la policía llamó a la casa de sus abuelos y pidió que vayan a reconocer un cadáver que termino siendo de su madre. Andrea tenía 9 años. Cuenta cómo se enteró del asesinato de su madre y lo que le dijeron sus familiares. Dice que la imagen que construían sus abuelos sobre su mamá era casi nula; que familiarmente no se hablaba de lo sucedido y que tampoco lo hacía con sus hermanos; había un silencio total. Recuerda que decía en el colegio sobre su historia. Cuenta que, a pesar de haberla visto muerta y participado de su velorio siempre construyo diferentes fantasías en dónde su mamá volvía a su vida. Con sus hermanos, Ariel y Cristian, nunca hablaron del tema hasta 1993. Cuenta que para reconstruir la historia de vida de su madre fue recurriendo a los amigos y compañeros de militancia. Reflexiona sobre porque necesitaba reconstruir la imagen y la historia de su madre. Recuerda los años 1989 y 1993 como años importantes en su vida en relación con la historia de su madre. Dice que contó su historia y la de su mamá públicamente en 1993 a través de un folleto. Reflexiona sobre lo que significa para ella ser hija de una muerta política. Marca la diferencia entre HIJOS y las otras organizaciones de familiares: “somos escuchados de otra manera porque tal vez tenemos otra verdad, otro punto de vista…” Relata cómo fue su acercamiento a la organización HIJOS, qué significa este espacio para ella. Marca algunas diferencias entre hijos de desaparecidos e hijos de muertos. Describe cómo es la experiencia grupal de la organización; cuenta cuáles son los objetivos; de las discusiones que tienen en torno a lo partidario, a la participación e incorporación de los hijos de exiliados y de los hijos de presos políticos. “Que nadie aproveche la situación de ser Hijo para imponer sus ideas que no son construidas por HIJOS”. Recuerda el homenaje que le hicieron en la Facultad de Humanidades: la comisión que se formó para organizarlo, que fue la única hija que participaba, las discusiones que tenían, cómo eligieron la fecha, quienes fueron los invitados, quienes de sus familiares asistieron. Relata una anécdota con su sobrino en torno a la consigna PRESENTES. Habla sobre las indemnizaciones y la diferencia entre desaparecidos y muertos en los periodos de democracia y dictadura. Habla sobre las declaraciones de Scilingo. Reflexiona sobre sus miedos, sueños y esperanzas. Cuenta que es la familia para ella. Habla sobre la presentación del libro que escribió sobre su historia de vida a través de la representación en sueños.Item Entrevista a Ana, Hija de desaparecidos.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-06-20) da Silva Catela, LudmilaAna nació en enero de 1972. En el momento de la entrevista tiene 25 años, trabaja, estudia Trabajo Social, milita en Quebracho y en Hijos. Cuenta qué es HIJOS y Quebracho; y porque milita en estas organizaciones. Habla específicamente sobre la organización Quebracho: sus bases, sus ideales, su proyecto revolucionario y porque ella cree que los tildan de violentos. Cuenta cómo fue su infancia; recuerda haber vivido en el Sur, después en Mar del Plata y que se tenían que cambiar de casa a cada rato. Relata que sus papás le explicaban todo lo que sucedía. No iba a la escuela y era su padre quien le enseñaba. Recuerda que vivía otra familia en la misma casa que ellos. Sus padres militaban en Montoneros. Primero desaparece su padre el 30 de octubre de 1976 y se queda viviendo sola con su mamá en Mar del Plata hasta 1977. Dice: “yo me había puesto mi propio nombre de guerra: Anita Papa frita”. Recuerda los miedos que tenia de chica, principalmente al fuego. Cuenta que en noviembre de 1977 su abuela fue a buscarla Mar del Plata y que desde ahí no tuvo más noticias de su mamá. Ana tenía 6 años. Narra cómo cambio su vida por completo, tuvo una casa estable, juguetes, empezó a ir al colegio. Recuerda que decía en el colegio cuando le preguntaban por sus padres. Habla de una carta que le dejo su mamá y que sus abuelos se la dieron recién a los 23 años. Se enteró de la existencia de la organización HIJOS cuando, en el programa de televisión de Mariano Grondona, apareció Hebe con una chica que participaba en esta organización. Recuerda que la primera vez que dio testimonios de su historia fue en la Facultad de Filosofía en una cátedra de Derechos Humanos. Describe cómo fue armando la historia de sus padres; de qué manera fue reconstruyendo sus formas de ser. Habla de los silencios familiares. Cuenta cómo vivió la vuelta a la democracia y su sensación con el Juicio a las Juntas, las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Ana dice que los piensa como muertos y no como desaparecidos. Reflexiona acerca de por qué milita. Cuenta la primera vez que participó de una reunión de la organización HIJOS y el vínculo que se creó entre ellos.Item Entrevista a Pedro Portela, Familiar de desaparecido.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-01-11) da Silva Catela, LudmilaPedro es hermano mayor de 4 hermanos. Rosario, la menor, esta desaparecida. Es platense, abogado católico y tiene 50 años. Su hermana al momento de desaparecer tenía 24 años, casada, con una hija de meses. “Era muy bonita, era modelo de foto y casa de modas. Pero cuando entra a la Facultad de Humanidades a estudiar Historia da un vuelco ala izquierda”. Al momento de la desaparición de su hermana, Pedro tenía 30 años. Relata que su hermana adopto por completo “la bohemia izquierdosa”; que se volvió “muy extremista” y que de ahí en más la relación con la familia no fue buena; que hubo un distanciamiento. Ella se casó en 1975 con alguien que era un “crónico estudiante de Medicina”. Pedro dice que se casó embarazada porque la niña tenía un año cuando desapareció su hermana. Dice que es políticamente independiente, que viene de una familia católica y que su madre era radical. Recuerda que tuvo que ir a la policía federal, ya en la época de la triple A, a sacar a su hermana y su esposo que habían sido detenidos. Recuerda que hablo con ellos para decirles que no se vuelvan a meter en nada. Pedro cree que su hermana y su cuñado estaban vinculados al ERP. Recuerda que se veían poco con Rosario, porque tenían diferencias y discusiones” muy violentas”. Dice que las bases de las discusiones eran políticas y sobre la violencia como metodología para conseguir el cambio. Esta última era la postura de su hermana. Relata lo que él vivió en la época de la triple A y con la llegada del Golpe Militar. Recuerda que en su casa no eran pro militares, pero “no los veían con mal ojo”. Cuenta que cosas cambiaron. Rescata la historia de su padre que fue quién llevó adelante la búsqueda incansable de su hermana. Cuenta cómo fue el secuestro de su hermana Rosario que estaba con su hija y que hicieron su otra hermana y él ante este hecho. Declara que pensaban que estaría detenida unos días y regresaría. Su familia tenía contactos a los que se dirigieron para averiguar por su hermana. Su padre la busco incansablemente hasta el día que murió. Relata algunas anécdotas de la búsqueda y las pistas falsas que le daban. Su madre también la busco sin parar. Su segunda hermana se hizo cargo de la hija de Rosario. Cuenta cómo su hermana crio a su sobrina, la relación de esta con la parte de la familia paterna y los problemas que tuvieron entre las dos familias. Y dice que su sobrina no quiere saber nada de lo que sucedió con sus padres. Su padre participaba de grupos internacionales de Derechos Humanos y su madre por su cuenta. Dice que se acercaron a Madres de plaza de mayo y a familiares de desaparecidos, pero no les intereso el fin político que estaban llevando adelante. Él trabajaba en la fiscalía de Estado y dice que no tuvo ningún problema en su trabajo por tener una hermana desaparecida. Habla sobre el miedo y como eso tenía que ver con lo político a pesar de que “podía caer cualquiera por vínculos” Con la vuelta de la democracia las cosas fueron cambiando de a poco, asegura. Enfatiza que ellos sabían la existencia de los campos de concentración. Reconoce que tiene dudas de que existan archivos al respecto. Cuenta que para él la derrota de Malvinas acelero el fin de la dictadura. Pedro dice que por un momento tenía la esperanza de que su hermana apareciera pero que a 21 años ya no lo siente asi. Habla de la diferencia de ver el cuerpo muerto de un ser querido a no saber nada. Que la idea de que se fueron al exterior nunca se la creyó. Reflexiona sobre la militancia y a la personalidad de su hermana. Emite su opinión con respecto a lo que su hermana hacia con lo que creía. Habla sobre las declaraciones de Scilingo y de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Reflexiona porque los militares establecieron la metodología de la desaparición de personas. Reflexiona sobre el rol que jugo la iglesia en la dictadura y en la vuelta a la democracia. Cuenta que hicieron la denuncia en CONADEP y en varios organismos internacionales. Reflexiona sobre el olvido social. Habla sobre las indemnizaciones y su visión al respecto. Cuenta que no fue a ningún homenaje realizado a su hermana.Item Entrevista a María del Lujan Soler, Familiar de desaparecido.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-01-14) da Silva Catela, LudmilaMaría del Lujan tiene 46 años al momento de la entrevista. Nació en Azul Provincia de Buenos Aires en donde vivió hasta los 24 años. Su padre era químico y su madre profesora de francés; eran 9 hermanos, uno de ellos cura, Juan Marcelo Soler. Su familia era ultra católica, practicante y de “moral intachable”. Su padre a pesar de ser ultra católico tenía inquietudes sociales, formo el sindicato de tamberos. Cuenta María que “los formo para defender los derechos sociales”. Desde chica fue catequista, participó en la acción católica, fue misionera rural por 7 años. Hizo la carrera de Bellas Artes en la universidad y ahí se vinculó con “grupos políticos”, concretamente a la Juventud Peronista. Relata cómo era su participación vinculada a las actividades de la catequesis dentro de un grupo de elite que formaba parte de la iglesia. Cuenta como su hermano comienza a vincularse con la línea tercermundista de la iglesia; la experiencia que vivió en Roma; las discusiones que tenía con su padre y la persecución que sufrió por la línea ultraderecha de la iglesia: el grupo Tacuara y su brazo armado denominado Confederación Nacional Universitaria. Su hermano fue expulsado de la iglesia católica y tuvo que dejar los hábitos. Recuerda cuando fue a Ezeiza a recibir a Perón y cuenta porque tomo la decisión de ir. Describe cómo era la vida militante, cultural y social de la juventud antes del Golpe de Estado. Recuerda las cosas que cambiaron en la ciudad y en la universidad a partir de 1976. Su hermano desaparece el 29 de abril de 1977; militaba en Montoneros para ese entonces. Cuenta cómo fue su secuestro y qué paso con su hijo. Recuerda la búsqueda que llevo adelante su madre. Cuenta de un cuaderno y de cartas que escribió su hermano en el centro de detención y lo pudieron recuperar. Recuerda la desaparición y el secuestro de varios compañeros y conocidos de ella y de su familia Habla de la vuelta de la democracia y cómo nunca dejó de esperar que su hermano apareciera. Relata cómo se enteró de la historia de sus padres su sobrino Esteban. María Lujan habla de su participación en la organización de familiares de desaparecidos. Reflexiona sobre la división de Madres de Plaza de Mayo y expone lo que piensa de Hebe de Bonafini. Habla del Juicio a la Juntas y de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Reflexiona sobre la desilusión que sintió con los indultos. Emite sus opiniones sobre las indemnizaciones a familiares. Cuenta que fue a ver varias videntes para que le digan algo de su hermano. Cuenta sus rituales y en qué momentos de su vida piensa en su hermano. Cuenta porque accedió a ser entrevistada y como transmite a las nuevas generaciones la historia que vivió su hermano y su familia. Habla de cuáles son sus miedos, sueños y esperanzas.Item Entrevista a María, Familiar de desaparecido.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-06-20) da Silva Catela, LudmilaMaría nació en 1973 en La Plata, era la menor de cuatro hermanos varones. Uno de ellos, Alfredo, está desaparecido. Ella tenía 3 años cuando se lo llevaron. Pero recuerda algunos juegos juntos y “una vuelta en moto a la manzana”. Su hermano Alfredo estudiaba derecho y hacia un curso de electricidad. Militaba en la UES. Desapareció a los 20 años. “Había militado por el boleto”. Cuenta cómo era su casa y la vida familiar antes que su hermano desapareciera el 29 de enero de 1977. Cuenta cómo fue el operativo de desaparición. Relata que esto nunca lo hablo con sus padres, que ellos no le contaron nada y que a este hecho se lo conto su hermano más grande. Reconoce que no les pregunta ni habla mucho de este tema porque se ponen mal. “Mi mamá siempre llora” Cuenta que a ella le dijeron que su hermano se había ido de viaje, “o no sé si yo me invente esa idea” Sus padres se movieron mucho para buscarlo y ella quedaba a cuidado de su abuela que le decía que los padres viajaban. Ella cree, por trascendidos, que su hermano estuvo en la Comisaría 5° de La Plata y que después lo llevaron al Pozo de Banfield o de Arana. Habla sobre la vida escolar y como trataban el tema de los desaparecidos, cómo ella discutía la idea de “algo habrán hecho “con una profesora. Recuerda la primera vez que dijo adelante de todo su curso que ella tenía un hermano desaparecido. Cuenta porque ella siente que no debe callarse y contar lo que paso con su hermano. A veces acompaña a su mamá a las rondas y recuerda, alguna vez, haber hablado ahí con algún otro familiar. Argumenta porque no fue a la marcha por los 20 años del golpe y narra una situación que vivió con su papá que tampoco había ido a la marcha. Cuenta que su mamá se apoyaba en dos amigas que eran madres de desaparecidos también. Recuerda la vuelta de la democracia y la asunción de Alfonsín. Destaca que a pesar de ello la palabra desaparecido no era fácil de decir para la sociedad. Habla sobre las ilusiones que se hace de encontrarlo por ahí. De qué días y fechas está más presente y que rituales llevan a cabo para recordarlo y homenajearlo. Rescata la importancia de decir desaparecidos y no muertos. De las sensaciones que le generó las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Cuenta que asistió a diferentes homenajes sobre su hermano y la sensación que esto le generó. María esta por realizar su tesis sobre derechos humanos. Habla sobre el rencor, odio, la violencia y la no violencia. Da su punto de vista sobre las indemnizaciones a los familiares de desaparecidos. Para ella la sociedad ha cambiado en estos 20 años, pasado del olvido total a recordarlos públicamente, “igual si lo camparás con el total de la sociedad es un grupo chico, pero yo quiero creer que no”. Reflexiona sobre la dictadura militar, los orígenes y la sociedad argentina. En la entrevista lee cartas y trabajos escolares que escribió.Item Entrevista a Leticia, Familiar de desaparecido.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-08-18) da Silva Catela, LudmilaLeticia tiene 46 años y es bibliotecaria. Trabaja en la biblioteca del Poder Judicial y del Colegio de abogados. Proviene de una familia “conservadora”. Su marido está desaparecido. Cuenta como en 1974 conoció a su esposo Omar quien militaba en Montoneros. “Él estudiaba veterinaria, pero dejo la universidad por la militancia”. Trabajaba en el Ministerio del Interior, y después abandonó este trabajo para insertarse a trabajar en fábricas como le pedía la organización. Ella quedo embarazada y se casaron en 1975; su hija Leticia nació en diciembre de 1975 y al poco tiempo volvió a quedar embarazada. Su esposo desaparece en noviembre de 1976 Recuerda que discutían con su marido sobre el peronismo. Reflexiona sobre la lucha popular en aquellos años. Cuenta como secuestraron a su esposo, que estaba con su hija Leticia de 11 meses y el hijo de un compañero. Su hija y el otro niño fueron entregados a una persona en la calle que trabajaba en la Casa Cuna donde Leticia pudo encontrarla. Destaca que su padre la ayudo mucho en la búsqueda y se hizo cargo de la nieta porque ella estaba embarazada y a punto de parir. Después de este hecho vivió en Entre Ríos con su abuela y al tiempo se fue a vivir a Juárez a lo de su suegra con su hija más chica “es la forma de estar más cerca de él”. Allí perdió a su hija más chica que murió atropellada cruzando la calle. Volvió a La Plata. Con la llegada del golpe se corrían muchos riesgos dice Leticia. Relata lo vertiginoso y lo intenso de la época que vivieron juntos, de las persecuciones, cambios de casas, escapar todo el tiempo. Habla sobre las acciones e ideales de Montoneros. Cuenta como encontró a su hija. Relata que la investigaron antes de entrar a trabajar en la municipalidad de Juárez y que al principio no contaba mucho su historia. En 1978 volvió vivir a La Plata. Relata cómo manejó la educación de su hija Leticia y como fue explicándole lo que pasaba con el padre. Cuenta sobre el vínculo que tienen actualmente. Con la vuelta de la democracia hubo esperanzas y desilusiones para Leticia. Dice que no hicieron la denuncia a CONADEP, sino que llegaron ahí a través de un listado que Madres de Plaza de Mayo le pasaba a la comisión. Cuenta que por el diario se enteró que se habían encontrado enterramientos de NN y solicitaban información de su esposo Omar Adalberto. Cuenta el proceso judicial que tuvieron que hacer para empezar la investigación de esos restos y lo difícil de saber científicamente si pertenecían 100% a Omar. Cuenta que los restos fueron sepultados en Nito Juárez, su lugar natal. Relata cómo pudo reconstruir los últimos días de su esposo y reflexiona acerca de que siente al tener los restos y la información. En la entrevista reflexiona sobre las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Habla sobre las declaraciones de Scilingo e Ibáñez. Leticia no pertenece activamente a las organizaciones de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Opina sobre ellas. Rescata el trabajo de los antropólogos forenses y desestima la idea que plantea Hebe de Bonaffini sobre las exhumaciones de cadáveres. Cierra diciendo que la sociedad, con la vuelta de la democracia, fue empatizando de a poco con el tema y con su propia historia. Relata su postura en torno a las indemnizaciones. Cuenta de los homenajes que realizaron a su marido y el potencial de estos.Item Entrevista a Estela de la Cuadra, Familiar de desaparecido.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-07-02) da Silva Catela, LudmilaEstela es correntina, la mayor de cinco hermanos. Cuando ella era pequeña se mudaron a La Plata. Estudió en la Escuela industrial. Fue la primera promoción de técnicas químicas de la Plata. En su familia la política estaba muy presente; su papá fue candidato a senador radical en Corrientes. No era una familia religiosa practicante. Recuerda que siempre después de cenar en su casa había música y poesía. Cuando salió de la secundaria entró a la universidad que después dejó. Cuenta lo que le interesaba en esa época; que cosas le gustaba leer. Recuerda el impacto que tuvo en su vida la biografía de Camilo Torres que le regalo uno tía. Recuerda que había una gran producción cultural en los años 60. Reflexiona sobre el enlace obrero estudiantil que había en aquellos años. Estela y sus hermanos todos eran militantes. Roberto José, uno de sus hermanos está desaparecido, al igual que su marido Gustavo. Tiene una sobrina apropiada que busca. Cuenta que su suegro era un oficial de la Marina Reflexiona sobre lo que era ser joven en los años 60 y sobre la militancia universitaria. Cuenta que ella estuvo en una organización revolucionaria “esto implica plantearse el tema del poder”. Habla sobre el apoyo de la sociedad a “los militares”. Reflexiona acerca del consenso social y él no te metas. Analiza la dictadura militar, la sociedad y la construcción de la “democracia burguesa”. Cuenta que antes de pasar a la clandestinidad iba a la facultad y ahí conoció a su marido y al año se casó. Ambos militaban en la misma organización. Cuenta que los dos trabajaban, ella en un laboratorio y su marido vendiendo para un banco. Describe el vínculo con sus hermanos. Uno de ellos desaparece en 1976 mientras volanteaba en YPF; otros de sus hermanos se van a Europa. Destaca que la represión estaba instalada antes de 1976. Relata la desaparición de su hermana embarazada de 5 meses; el testimonio del nacimiento de su sobrina en la comisaría 5° de La Plata y la búsqueda constante de “Ana Libertad” como le cuentan que la llamo su madre. Cuenta la vida y la militancia en el exilio y de la importancia de la denuncia a nivel internacional sobre lo que ocurría en Argentina. Reflexiona sobre la formación de los organismos y la presencia de las mujeres en los reclamos y denuncias. Cuenta que rol cumplían los padres varones. Estela expone lo que piensa sobre CONADEP y el gobierno de Alfonsín, analiza la teoría de los dos demonios y el libro: Nunca Más. habla sobre las declaraciones de Scilingo. Rescata la importancia de encontrar los cuerpos de los desaparecidos. Habla sobre Hebe de Bonaffini. Transmite lo que para ella es ser un familiar de desaparecido. Cuenta la búsqueda incansable de su madre por sus hermanos y su sobrina apropiada. Relata el proceso de exilio: desde los diferentes lugares del país en los que estuvo escondida con su hijo hasta el día que logró salir del país. Recuerda la resistencia que tenía al comienzo con respecto a la idea de abandonar Argentina y la lucha. Reflexiona sobre su condición de clase, gustos, preferencias y tradiciones familiares. Cuenta lo qué piensa de las indemnizaciones; como se tramitan, como funcionan y como y a través de que se acredita la desaparición de un familiar cuando no hay documentación. Relata los indicios que tienen sobre su sobrina apropiada, de la justica y cómo lleva adelante las denuncias y la búsqueda; rescata el lugar y la valentía de Abuelas (organización de la que forma parte su madre) Nombra Jueces y abogados. Recuerda que su hermana le dijo que se llamaría Ana. Habla sobre el dolor de la familia, los sentimientos más privados. Reflexiona sobre la sociedad y el olvido. Expone su postura sobre los homenajes como una forma de reparación y define que para ella es algo que le genera más dolor y que se hacen siempre para las mismas personas. Ella se siente referenciada con Madres y Abuelas Cuenta lo que para ella es ser familiar de un desaparecido. Da su opinión personal de porque no se habla de la militancia de los desaparecidos después de 20 años. Reflexiona en cómo cambio su vida después de las desapariciones de sus familiares; principalmente la de Gustavo su marido. Habla de cómo vive el amor, los vínculos, las amistades. Cuenta anécdotas. Habla de cómo fue la crianza de sus hijos cuando eran chicos, de la ausencia de un referente masculino en la vida de los niños y los miedos que esto le generaba. Cuenta cuáles son sus miedos, sueños y esperanzas.Item Entrevista a Cristina Valdés, Familiar de desaparecido.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-01-16) da Silva Catela, LudmilaCristina nació en Bragado. Se mudó a La Plata para estudiar y allí conoció a su esposo “Cocho”, trabajador del Astillero Rio Santiago quién militaba en el Peronismo de Base. Se casaron y tuvieron tres hijos. Ella no militaba activamente “solo le daba una mano a mi marido” Recuerda la década del 70 y describe que era ser militante. Resalta que no estaban en la lucha armada. Relata que el peligro y el miedo lo empezaron a sentir a partir de 1974 y que, con la llegada del golpe militar en 1976, ese miedo se intensificó. Ella le planteo a su marido irse de la casa donde vivían y él nunca quiso. El desapareció el 10 de septiembre de 1976. Cuenta como fue el secuestro y la situación que vivieron, el interrogatorio y la llegada de la esposa de un compañero de militancia de su esposo después del operativo. Cristina estaba embarazada en ese momento. Recuerda qué hizo cuando desapareció su esposo, a dónde recurrió y las herramientas legales que uso; los contactos a los que recurrió y la falsa información que obtenía. Destaca el apoyo de sus hermanos, amigos y compañeros que la ayudaron en todo momento y recuerda como criar a sus hijos le dio fuerza para seguir adelante frente a esta situación límite. En el año 80 entró a militar a la organización de Familiares que comprendía La Plata, Berisso y Ensenada. Destaca un quiebre a partir de la participación en esta organización en donde ella se sentía comprendida. Cuenta como fueron los primeros acercamientos a la organización y las actividades que llevaban adelante. Familiares trabajó con la CONADEP durante el gobierno de Alfonsín. También participó en Abuela de Plaza de Mayo “colaborando por un objetivo muy concreto”. Nombra a Reina Diez. Rescata como cambiaron sus hijos al entrar a la organización HIJOS. Relata una situación de detención y represión que vivieron sus hijos. Habla del retorno a la democracia; lo que sintió con la sanción de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Habla de la importancia de “trabajar la memoria”. Analiza el olvido y el silencio que el gobierno quiere imponer; cree que la sociedad olvida porque permitió las leyes de impunidad y que recordar es una tarea que tienen que hacer los organismos de Derechos Humanos Dice que no puede recordar a su marido como muerto, que es un desaparecido. Rescata que la mayoría de los desaparecidos de la zona de Berisso eran obreros por ser zona de fábrica y que están empezando a hacer homenajes para que eso se conozca y se difunda. Ella integra la comisión de Recuerdo, Memoria y Compromiso de Berisso. Cuenta que incluyeron a Ensenada porque no hay gente que se haya organizado para hacer cosas por los desaparecidos. Recuerda la presencia de un “colaborador” dentro de la comisión y como enfrentaron esta situación. Habla de cómo van consiguiendo financiamiento y de lo difícil que es esta situación, principalmente para Abuelas de Plaza de Mayo que necesitan hacer los análisis de ADN. Asegura que el financiamiento tiene que ser una tarea y del gobierno. Reflexiona cómo su vida cambio sustancialmente a partir de esta experiencia limite. Recuerda sus momentos de debilidad. Habla de la necesidad de recuperar el cuerpo, en las esperanzas que pone en el Equipo de Antropología Forense. Enuncia la postura de Hebe y de algunas otras madres y discrepa con eso. Dice que la mejor forma de recordar a su marido es a través de las fotos. Recata a página 12 como un medio en donde se puede recordar y critica a los otros medios de comunicación porque no se puede contar con ellos, porque dan poco espacio para hablar de los desaparecidos. Cuenta como es el procedimiento de publicar la foto en el diario y cuáles son los sentidos que ella le da a esa forma de recordar públicamente.Item Entrevista a Elsa Pavón y Alicia Zubasnabar, Abuelas de Plaza de Mayo.(Museo de Antropología - IDACOR, 1997-08-02) da Silva Catela, LudmilaElsa Pavón tiene en el momento de la entrevista 61 años, es psicóloga social. Su hija Mónica Sofía Grispón y su yerno Claudio Víctor Lobares están desaparecidos y la hija de ambos estuvo desaparecida, apropiada y fue restituida. Alicia Zubasnabar tiene 81 años, es madre de dos desaparecidos: Roberto José de La Cuadra y Elena de La Cuadra embarazada de 6 meses cuando desapareció. Busca a su nieta. Ambas forman parte de la organización Abuelas de Plaza de Mayo. Relatan su vida antes de la dictadura militar: sus lugares de orígenes, cómo formaron sus familias, qué lugar ocupaba la política en su crianza y en sus familias. Cuentan que les generó enterarse de la militancia de sus hijos y los argumentos que estos le dieron de porque era importante involucrarse. Exponen que pensaban sobre los militares. Recuerdan el miedo que empezaron a tener. Hablan del secuestro de sus hijos: como se enteraron, que sintieron, quienes les avisaron. Recuerdan que no dimensionaban del todo lo que vendría y que pensaban que “ya los iban a soltar”; “después del mundial los iban a soltar”. En el caso de Estela, su hija y su yerno fueron secuestrados en Uruguay. Su nieta, por palabras de una persona que había estado detenida con su hija, fue apropiada con 13 meses por un jefe del campo de detención. Alicia cuenta cuando fueron a buscar a su hijo a su casa, el operativo que montaron. Recuerda las sensaciones físicas, corporales de cuando lo veía irse con los militares. Las dos cuentan cómo les cambió la vida después del secuestro de sus hijos y familiares. Relatan las formas en que se fueron encontrando entre ellas, las madres de desaparecidos, como se cuidaban, a dónde acudían a pedir por sus familiares y sus nietos. Como comenzó la búsqueda y que implicaba. Elsa cuenta de sus peripecias en Uruguay en búsqueda de su nieta al mes de la desaparición de su hija. Relata que en un juzgado de La Plata a donde recurrió se encontró con otras 5 abuelas y empezaron a hablar: Chicha, Otilia, Mirta y Eva. Cuentan cómo surgió el nombre de Abuelas y como ellas empiezan a participar desde la búsqueda de sus nietos. De los problemas que esto les generaba con sus familiares y en sus trabajos. Alicia relata cómo hicieron el primer Habeas Corpus con su marido. Elsa cuenta que formó parte tanto de Madres como de Abuelas desde su fundación. Que su marido siempre las acompañaba a las rondas de Plaza de mayo para cuidarla. Relatan cómo surgió la idea de llevar pañuelos blancos como símbolo del colectivo. Recuerdan porque empezaron a dar vuelta alrededor de la pirámide de la Plaza de Mayo en 1978. Reflexionan porque eran las mujeres las que se exponían, las que se enfrentaban y las que buscaban; lo definen como una estrategia frente a la condición machista y patriarcal del momento. Reflexionan sobre la violencia y la no violencia en los métodos que iban construyendo como organización para llevar adelante la búsqueda y el reclamo. Rememoran que Madres de Plaza de Mayo tenía, más allá del objetivo concreto de la búsqueda de sus hijos, discusiones políticas sobre el contexto en el que estaban viviendo. Establecen una diferencia con respecto Abuelas en este sentido. Cuentan que algo las impulsaba para buscar a sus nietos, que no los creyeron muertos nunca. Alicia relata cómo se enteró que su nieta había nacido. Elsa cuenta como fue la búsqueda de su nieta, cómo obtuvo la información de ella y de qué manera realizaron toda la investigación desde Abuelas. Reconstruye el proceso de restitución, el 12 de noviembre de 1984. Dice que esta situación le reveló que su hija ya no estaba y que no volvería. Narran las esperanzas que le suscitó la vuelta de la democracia y como las leyes de Obediencia Debida y Punto Final; luego los indultos, destruyeron toda posibilidad de confianza de que algo cambiara “por suerte no prescribe el derecho a la identidad de los niños”. Alicia relata el caso de su nieta Ana que fue apropiada. Reviven diferentes casos de apropiación, las dificultadas de la extracción de sangre, el trabajo de psicólogos, y el lugar de la justicia. Reclaman la ausencia de una secretaria de estado de derechos humanos que pueda llevar adelante todos los procedimientos de búsqueda y restitución. “Nosotras no somos detectives” Reflexionan porque para ella es importante que aparezcan los restos de sus hijos, nueras y yernos. Cuenta que sintieron ante las declaraciones de Adolfo Scilingo y Jorge Antonio Bergés. Intercambian opiniones sobre el olvido, el consenso y la legitimación social sobre lo que los militares hicieron. Expresan su opinión en torno a las indemnizaciones otorgadas por el Estado Nacional. Cierran la entrevista contando que significa para ellas ser Abuelas de Plaza de Mayo y describiendo como eran sus hijos.