dc.description | Cecilia Hidalgo celebra, historia y recuerda la aparición de una nueva orientación en la antropología, la antropología de la ciencia. La enmarca dentro de la llamada antropología del presellte o del mundo contemporáneo. A mi entender esas adjetivaciones reflejan una perspectiva europocéntrica, signada por el desarrollo de la antropología francesa y el refluir de sus cultores desde las colonias a la metrópoli, como producto de la descolonización. No me parecen aplicables a nuestro medio. Mi generación, en particular, rechazó desde un comienzo la etnología de lo exótico y utilizó sin hesitación sus herramientas metodológicas en el campo y [as grandes ciudades. Quienes practicaron una etnología de corte colonialista exclusivamente sobre indígenas, o cierto folklore pintoresquista, fueron los personeros de las dictaduras que tanto persiguieron a nuestra ciencia en el país. No es casual que sus mentores fueran europeos. Para ellos si, la Argentina era territorio exótico (lejano, en la formulación francesa) al que estudiaban como antropólogos coloniales, y negaban apasionadamente toda relación de sus temáticas con la contemporaneidad y sus urgencias sociales.
<i>(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)</i> | |