Panel. Pueblos indígenas y arqueología. Reflexionando sobre viejos problemas, avances y nuevos desafíos
Abstract
Desde el “retorno de la democracia” a la actualidad, la situación legal de los pueblos indígenas en Argentina tuvo cambios muy significativos, acompañando un proceso que fue común a casi todos los países latinoamericanos. El reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas por medio de instrumentos internacionales vinculantes como el Convenio 169 de la OIT y otros no vinculantes, aunque igualmente gravitantes, como la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada en la Asamblea General de la ONU en 2007 y, más recientemente, la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (OEA 2016), los han posicionado en la agenda de los derechos humanos. Todas estas transformaciones fueron el resultado de una larga lucha de los pueblos indígenas. En este contexto, la arqueología en general y de la región pampeana en particular, se vio atravesada por cuestiones que al principio parecían incipientes y coyunturales, pero luego terminaron marcando el rumbo. Un proceso de apertura, de diálogo con los representantes indígenas y la auto-reflexión sobre el rol profesional se fue imponiendo y permeando toda la disciplina. Los reclamos indígenas que parecían en un principio circunscriptos a algunas restituciones de restos humanos con identidad conocida se expandieron luego a múltiples cuestiones que han obligado a redefinir la manera de entender y practicar la arqueología. No obstante, no son poco los desafíos que quedan por enfrentar. El marco normativo favorable a los pueblos indígenas antes mencionado, no siempre se ve reflejado en la legislación derivada y en las prácticas de gestión. Esta brecha en la implementación de las normas que garantizan los derechos de los pueblos indígenas es un tema recurrente, así como lo es la dificultad de hacer operativas cuestiones como el consentimiento previo, libre e informado, del que mucho se ha hablado, pero que aún genera dificultades en la práctica profesional. En este contexto, consideramos importante poder generar en este congreso un espacio de diálogo y reflexión entre investigadores y representantes de pueblos indígenas, no sólo para analizar logros alcanzados y los aún pendientes, sino también para indagar acerca de cuestiones más profundas que se vinculan con la necesidad de visibilizar situaciones de vulneración y desigualdad de derechos, así como dimensionar nuestra capacidad como científicos para colaborar con sus demandas y transformar la realidad.