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RITOS MORTUORIOS, PERCEPCIÓN DE LA CORPORALIDAD DESDE LA COSMOVISIÓN ANDINA, JUJUY, ARGENTINA

dc.creatorVargas, Noemi Amalia
dc.date2023-08-02
dc.date.accessioned2024-01-09T00:11:02Z
dc.date.available2024-01-09T00:11:02Z
dc.identifierhttps://revistas.inapl.gob.ar/index.php/cuadernos/article/view/1212
dc.identifier.urihttps://suquia.ffyh.unc.edu.ar/handle/11086/174638
dc.descriptionIntroducción Este trabajo es parte de una amplia investigación sobre los Rituales Mortuorios y Medicinas andinas Tradicionales, realizada en la Provincia de Jujuy norte argentino. Cuyos materiales, fueron recabados entre los años 2009- 2020 en las zonas de valles, puna y quebradas de Jujuy. Durante el trabajo de campo recopilamos datos sobre cosmovisión, medicinas y vivencia de abuelos y abuelitas que mantienen sus tradiciones y que aún conservan su lengua materna quechua, aymara y kunsa. Este trabajo es una breve síntesis de una   investigación empírica y desarrollos teóricos que avalan la importancia de la corporalidad en la construcción de la identidad y en su reconstrucción del pensarse en sí mismos desde la concepción andina.En este trabajo intentamos acercarnos al significado de cuidado de la corporalidad, no solo el propio sino el del familiar, teniendo en cuenta la noción de cuerpo para la cosmovisión andina y su relación con el contexto. El cuerpo y el cuidado en el pensamiento andino no es individual, sino tiene que ver con el pensamiento comunitario, el cuidado es en relación al entorno porque es éste el que te va a dar salud y vitalidad, y para estar en armonía, el hombre andino debe buscar un equilibrio entre el adentro y el mundo que lo rodea. Al cuidar a Pachamama, hallapamama, al alimentarlo en sus ceremonias con ofrendas uno está en consonancia con el propio cuerpo, esto traerá una buena alimentación para el cuerpo, energético, físico, psíquico y espiritual. El Ayni principio de reciprocidad es la aplicación ética y social del principio de complementariedad en el norte argentino. Cada acto humano (pero también divino) recién llega a su finalidad integral cuando le corresponde un acto reciproco y complementario equivalente de otro(s), sujeto o a devolver lo que la Tierra les dio[1]. Buscamos así contribuir a la comprensión de algunas de las perspectivas filosóficas andinas más relevantes sobre la problemática de la corporalidad, para que las/los lectoras/es puedan identificar las controversias en torno a problemas ontológicos, epistemológicos, estéticos, éticos y políticos que se dirimen en algunas representaciones filosóficas del cuerpo.   Corporalidad y representaciones simbólicas en las zonas andinas. Las representaciones sobre el cuerpo juegan además un importante papel en la construcción de la identidad individual y social. En todas las sociedades y en todas las culturas, sobre el cuerpo recaen preocupaciones y modelos a la vez sociales, religiosos, morales, higiénicos y estéticos. Los usos del cuerpo, su vestimenta, su representación y su figuración están ligados a su estatuto y a un sistema de valores y conductas, por lo tanto, a cierta ideología y a ciertos rituales (Medina, 2000). Cuando hablamos de cuerpo nos referimos a las representaciones, construcciones culturales que reconocen los actores sociales, las que aluden no al cuerpo en el sentido biológico, sino la percepción social del mismo, así la corporalidad se extiende a las vestimentas, adornos, pinturas, tatuajes, materia fecal, orín, traspiración, cabellos, uñas, olor y a todos aquellos elementos que se constituyen en códigos y mensajes sobre el estatus, la condición y la identidad del individuo.(Turner; 1967).Para las comunidades andina el cuerpo es parte del territorio, en el esta constituido e incluso los planos que forman parte de la Madre tierra llamada Pachamama, (tengamos en cuenta que pacha; es tiempo, espacio, universo) la cual posee espacios delimitados al igual que el cuerpo físico humanos, llamados Pachas/ tiempo, espacios, universos. Hoy en algunas regiones solo se conocen tres planos porque se perdió la lengua por la Evangelización. Estos espacios originalmente serían las cuatro pachas, de los que dependerá el equilibrio de la vida, salud y el cuidado de la corporalidad de la madre tierra y de uno mismo para mantener la armonía con el contextos: el hawa pacha (mundo de afuera) ubicados en la coronilla y también sería un alo que nos recubre todo el cuerpo, el hanan pacha (mundo de arriba) estaría ubicado en la cabeza, el kay pacha (este mundo) estaría ubicado en la zona del ombligo el aquí ahora emocional , y el uku pacha (mundo de abajo) seria del ombligo para abajo, lugar de creación del munay/mor. El primer mundo en algunas regiones lo han hecho desaparecer durante la conquista, los extirpadores de idolatrías hicieron desaparecer este mundo uránico —primero en la escala cósmica—, en su afán de imponer la trilogía religiosa del cristianismo y toda su cosmogonía, a los pueblos vencidos. Su existencia fue establecida por Rafael Aguilar a partir de las aproximaciones de Bertonio (1612), en jaqe aru, y de González Holguín (1608) en quechua. Y hoy pudimos comprobarlos en nuestras entrevistas a los abuelos de regiones alejadas que aún conservan sus tradiciones milenarias.El hawa pacha es el primer mundo; aquel gran océano del cosmos donde vibran los tiempos y los grandes sistemas galácticos que no se ven, pero existen (como los pensamientos- sueños). Es el universo invisible que ocupa un espacio y un tiempo diferente. Está más allá de nuestros sentidos y existe, respecto a este mundo un abuelo del noroeste dijo en su momento, el hawa pacha es el lugar de los pensamientos, o que envuelve todos los otros mundos (los mayores dicen es un mundo paralelo donde, lo que hoy llaman cuarta dimensión) el hanan pacha, el mundo de arriba; es el cielo visible, donde habita en Inti, el sol; mama killa, la luna, las estrellas; las constelaciones y los astros.  El Kay pacha es el mundo físico de los cuerpos, todo lo que veo donde hoy estoy viviendo y sintiendo, kay responde al verbo ser y estar. A estos mundos o pachakuna, se les hace ceremonias dentro del Calendario andino llamado Chakana. Para el mundo andino los rituales y su vínculo con la vida, muerte incluyen comportamientos y significados muy profundos que tienen que ver con una relación con el más allá y con la vida actual, o sea con el tiempo no conocido y con el tiempo del aquí-ahora Kay pacha. Estos aspectos se hallan íntimamente relacionados con las concepciones, sobre la vida la muerte, el cuidado del cuerpo y las entidades que integran las personas (como el cuerpo, el alma, anima, sombra y otros espíritus) en relación a la Pachamama o madre tierra, a continuación, compartimos la ceremonia de despedida del cuerpo.  Cuando una persona muere en el norte argentino, se realiza una serie de ceremonias una de ellas es la construcción del cuerpo del difunto, es decir se construye una réplica exactamente igual a la cual se le realizaran plegarias, purificaciones y sahúmos para que pueda viajar al más allá.  Esta replica es realizada con las mismas prendas que usaba el difunto o difunta, ya que en ella se encuentra impregnada sus energías o esencia vital, ajayu, nuna, o espíritu, que daría más presencia o fuerza a su persona en este contexto de duelo y desapego. Podemos decir que el Cuerpo materia es memoria y energía viviente aun después de muerto.Este cuerpo está construido minuciosamente con todos los detalles, sus ojos tal cual como era en el último tiempo, boca, hasta sus lunares, se trata de dar cuenta de todas las características, incluyendo la vestimenta que usaba habitualmente, como es el caso del sombrero y caja coplera. Cuando se realiza este trabajo de reconstrucción de la corporalidad sea femenina o masculina los más ancianos dan su visto bueno o realizan objeciones, en lo que no estén bien. Tal como lo considera Fine (1989), la implementación de los comportamientos tradicionales es un medio por el cual los familiares y amigos del difunto asumen los cambios que se producen a su alrededor. En relación con el tema, la abuela Celestina Inca nos dijo: “esto debe hacerse bien porque si no, su alma andará triste entre nosotros, viendo como sus hijos y amigos no hacen bien su cuerpo, manos , pies …. y dirá  el alma  hay como van hacer así no más de mala gana, es por eso que nosotros hacemos lo más igualito que se pueda, así el finado está contento y ve que nos acordamos y preocupamos por él, lo hacemos como él era, si era gordo lo hacemos gordito o si era flaco flaquito, ahora el finadito usaba sobrero, hay que ponerle su sombrerito , también su cajita para que se vaya cantando sus coplas, un poco de hojas de coca para que masque cuando se canse en el viaje , también , ponerle un amarro o una chuspa[2]. Además, hay que aprovechar al finadito para mandar encomienda a otros familiares que lo estarán esperando en el más allá, dicen que allá arriba , están todos los que murieron hace muchos años y esperan contentos su llegada, porque sabe que algunos familiares, les enviaran una encomienda, por eso yo mandé quinua para mi marido y mis hermanos , para mi papá y mi mamá, la coca[3] y llijta a ellos les encantaba coquiar[4] y otras cosas más que a ellos les gustaba, siempre que le mando con alguien se lo hago encargando al finadito en su oído le aviso, para quién son las cosas, le digo su nombre y apellido. ¿Hay cómo será? dicen que la vida del más allá es como la vida de acá, todos trabajan y siguen su vida como si nada. Eso es mejor así, yo sé que allá me estarán esperando mis tatas y mis paisanos que vivían antes conmigo en mi pueblo de Salitre.” (Celestina Inca, 89 años, Perico) En el relato está clara la importancia de todos estos ritos, los preparativos que se hacen para enviar la encomienda a las otras almas que esperan el otro mundo. Y el porqué de la realización de todo este rito ancestral que se viene haciendo como vimos desde hace siglos, ya Latcham (1915) lo recopilo hace más de un siglo en la zona de Susques, Jujuy, y otros cronistas lo recopilan en el siglo XVI.Luego de seis horas de trabajo comunitario, una vez terminada la construcción se coloca la escultura que representa al difunto y al animal en el altar, al lado de la escalera, ahí permanecerá sentado sobre el animal, como si estuviese montando en el animal, allí toda la tarde y toda la noche hasta el día siguiente hasta las 23 horas de su partida. Antes de irse a sus hogares, todos los amigos, compadres pasan al altar, se sacan el sombrero y saludan al finado, le desean buen viaje, chayan con agua consagrada al animal junto al difunto dándole palabras de aliento y buen augurio para su partida. Según Medina el hombre se entrama completamente con la naturaleza y con el universo, pues articula diversas maneras su ser con las fuerzas que gobierna la vida; ello se acentúa todavía más en el hecho mismo de explicarse la dinámica de su entorno natural, sobrenatural, físico, y psicológico, precisamente a partir de las concepciones sobre su propio cuerpo. Si el hombre es poseedor de entidades anímicas también lo son de los seres y las cosas que lo rodean (Medina, 2000), por ende, hay una sacralidad alrededor del cuerpo del difunto, donde no solo se lo imita, sino se le otorga el poder de cagar las entidades que poseía cuando estaba vivo.Es importante tener en cuenta que este cuerpo simbólico es construido de acuerdo a la percepción socialmente construida dentro de la comunidad andina, la cual pasara por el fuego, símbolo de trasmutación y cambio de estados, aquí podemos ver al Cuerpo-cosmos como vehículo transmisor de mensajes, “son cuerpos mensajeros del más allá”. Para la cultura andina, este cuerpo viajará al otro mundo, además unirá dos mundos, recordemos que cuando se construye en cuerpo, el caballo o llama en el que viaja el alma- espíritu, lleva encomiendas enviadas por los vivos, y las recibirán los espíritus, almas en ese otro mundo, el mundo de los muertos.Estas ceremonias son duales, son de vida y muerte, también van a tener que ver con la salud del cuerpo de los vivos que quedan en este plano pacha y el mundo de los espíritus esta es una manera de mantener la armonía y el equilibrio entre las pachas. Ya que el hecho de realizar las ceremonias, compartir, charlar trae armonía, sanación para su propio espíritu y de toda la familia que participan en él. Dentro de las ceremonias mortuorias existen ceremonias preventivas de enfermedad, como la tiricia, aykadura. Estas enfermedades nosológicas son evitadas cuando uno se limpia el cuerpo con plantas de molle, laurel o khoa y en el caso de los niños pintan sus frentes con carbón para detener cualquier intromisión de sustancia energética en sus cuerpos, por ejemplo, los olores negativos pueden afectar al espíritu del niño y desequilibrar su cuerpo.  Hay que tener en cuenta que, durante estas ceremonias, ritos están abiertos los portales, umbrales energéticos donde el principal expuesto es el cuerpo físico y las emociones.Es por ese motivo que están atentos a los vientos y sahumado de los espacios, para mantener equilibrado el espacio consagrado por el ser querido. Podemos decir que estas ceremonias son milenarias y aún continúan realizándose en muchas comunidades andinas del norte argentino.  [1] Este ayni también está relacionado con los elementales de la tierra ya que todo tiene vida, es por ello que el ayni o jawarikuy más grande es el que se hace con la Pachamama dadora de vida y alimentación. Recordemos que pacha: es tiempo espacio, lugar, cosmos y universos, entonces son muchas dimensiones con la que se maneja la cultura andina.      es-AR
dc.descriptionEste trabajo es parte de una amplia investigación sobre los rituales mortuorios y medicinas andinas tradicionales, realizada en la provincia de Jujuy en el norte argentino, cuyos materiales fueron recabados entre los años 2009 y 2020 en las zonas de valles, puna y quebradas de la provincia. Durante el trabajo de campo recopilamos datos sobre el sistema de creencias, medicinas y vivencia de abuelos y abuelas[1] que mantienen sus tradiciones por décadas y aún conservan su lengua materna: quechua, aymara y, en menor medida, el ckunsa[2] en el área geográfica de Atacama[3], limítrofe con Chile. Presentamos la síntesis de una investigación empírica con desarrollos teóricos que avalan la importancia de la corporalidad en la construcción de la identidad del individuo y en su reconstrucción, al pensarse a sí mismo desde la concepción andina. En este trabajo intentamos acercarnos a comprender cómo el hombre de la puna concibe la corporalidad propia y del otro frente a la muerte.   [1] Utilizamos la categoría abuelos/as refiriéndonos a las personas mayores de 60 años que hablan su lengua y realizan ceremonias antiguas según el calendario andino. [2] También podemos encontrar la denominación kunsa o kunza [3] Atacama es una región en donde viven comunidades chichas, atacamas y likanantay .Recientemente, basado en su investigación (como parte de los estudios de la Universidad de la Matanza), Iván Arjona Acoria relata lo siguiente: “La escuela pública enseñaba que los pueblos originarios en Argentina estábamos extintos. Los maestros jamás nos veían como descendientes de los pueblos originarios, ni consideraban que teníamos prácticas indígenas. Para ellos los indígenas estaban extintos; eran culturas desaparecidas. Esto está cambiando en la actualidad. Hay un acercamiento o una mirada diferente en las nuevas generaciones de maestros. Por ejemplo, algunos maestros me han solicitado información sobre la lengua Ckunza, así como también sobre el derecho indígena” (Arjona, 2019, p: 139).es-ES
dc.formatapplication/pdf
dc.languagespa
dc.publisherInstituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericanoes-ES
dc.relationhttps://revistas.inapl.gob.ar/index.php/cuadernos/article/view/1212/1162
dc.rightshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0es-ES
dc.sourceCuadernos del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano; ##issue.vol## 32 ##issue.no## 1 (2023); 155-159es-AR
dc.sourceCuadernos del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano; Vol. 32 Núm. 1 (2023); 155-159es-ES
dc.source2422-7749
dc.source1852-1002
dc.titleCorporalidad desde la cosmovisión andina, cuidado, desapegos en las narrativas de la corporalidad.es-AR
dc.titleRITOS MORTUORIOS, PERCEPCIÓN DE LA CORPORALIDAD DESDE LA COSMOVISIÓN ANDINA, JUJUY, ARGENTINAes-ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/article
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/publishedVersion


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