Georg von Hauenschild nació el 20 de mayo de 1877 en Tscheid (Alta Silesia) como hijo del terrateniente y Ladrats en el distrito de Cosel, Max v. Nace Hauenschild. Destinado a convertirse en oficial, a la edad de 13 años fue a la estación de cadetes en Walstatt y luego en Lichterfelde cerca de Berlín. Recibió su licencia de oficial en 1895, pero renunció en 1903 por motivos de salud. Durante los siguientes cinco años permaneció en Dresde, donde estudió en la Universidad Técnica para prepararse para la carrera de ingeniería, pero sin completar su doctorado. En 1908 vino a Argentina, donde consiguió un primer trabajo en las oficinas técnicas del Ferrocarril del Pacífico en Buenos Aires. En 1909 se casa en Mendoza y trabaja con su suegro en su bodega hasta mediados de 1910. Con él se instaló en el valle alto del Río Negro, donde bajo su dirección se convirtieron en viñedos varios centenares de hectáreas de terreno baldío. Las derrotas personales y la difícil situación general durante la Primera Guerra Mundial 1914-18 lo obligaron a ocupar diversos cargos gubernamentales en Río Negro y Neuquén, que no pudieron satisfacerlo en modo alguno. (Ya había adquirido la ciudadanía argentina en 1911 y también conoció un poco del vasto país, habiendo sido enviado a la Pampa con una comisión de estudios ferroviarios en su primer año y a Corrientes cerca de Laguna Iberá con otra en 1913). En 1920 fue designado por el Servicio Nacional de Sanidad (Dpto. Nacional de Higiene) como ingeniero para limpiar una zona pantanosa cercana a la ciudad de Santiago del Estero. Se ** instaló en la ciudad de La Banda y hasta 1926 manejó, entre otras cosas, los sistemas de riego y depuración del ** Río Dulce. Durante ese año -1926- fue nombrado profesor de la Escuela Industrial de Santiago del Estero de la materia "Construcciones Especiales", cargo que ocupó hasta 1948. Hasta alrededor de 1927 la gente en Santiago del Estero no sabía casi nada sobre la riqueza casi inagotable de tesoros arqueológicos que se escondían en el suelo de esta provincia. Sólo cuando los hallazgos de los hermanos Emilio y Duncan Wagner se dieron a conocer al gran público, y gracias a la estrecha amistad que unía a Hauenschild con Duncan Wagner, se interesó por la arqueología y a partir de entonces dedicó todo su interés y tiempo libre a la lectura de la literatura relevante, búsqueda y recolección, así como el estudio del material arqueológico y los sitios de hallazgo. Así, a fines de 1933, en la exposición industrial de Palermo, pudo mostrar al público en general una colección de bellas piezas seleccionadas que fueron reproducidas por el diario La Prensa, así como por otros diarios y revistas. Era la primera vez que su... Instituto de Antropología de Córdoba CONICET – UNC Av. Hipólito Yrigoyen 174 - 5000 Córdoba, Argentina Tel: (+54 351) 5353610- Int: 50058.  (+54 351) 4331058/2105. Int: 106. https://idacor.conicet.gov.ar